Otro trabajo que he tenido la suerte de poder publicar recientemente ha sido el de la reevaluación de las medidas estimadas del dinosaurio carnívoro Ekrixinatosaurus novasi.
Este animal fue encontrado hace poco más de 10 años atrás durante la realización de un gasoducto en la provincia de Neuquén, y de hecho muchos de sus huesos volaron por los aires al ser dinamitado el sitio, lo que llevó a los descriptores a llamarlo con ese extraño nombre, que significa “reptil nacido de la explosión”. El mismo fue asignado como un miembro basal de la familia Abelisauridae por Calvo y Colegas y también por Carrano y Sampson, aunque posteriores estudios de nuevos materiales y muy completos del Skorpiovenator lo ubican como un pariente cercano de este y de Ilokelesia, como un subclado dentro de Brachyrostra. El mismo fue encontrado en estratos de la Formación Candeleros, la cual es datada como Albiana o Cenomaniana.
Cuando fue descripto originalmente en 2004, a Ekrixinatosaurus se le asignó una longitud de unos 7 metros, basados en la relación del largo del femur con aquel de Carnotaurus sastrei, del Maastrichiano de la provincia de Chubut, el cual era en aquel momento el mas completo abelisaurido conocido. Ya se hizo notable en ese mismo trabajo que el tamaño del cráneo es sustancialmente mayor Carnotaurus, y ese fue el origen de la inquietud que llevó a la realización de este nuevo trabajo.
En este caso teníamos tres posibilidades a tener en cuenta: la primera es que fuera un animal de tamaño menor a Carnotaurus pero con una cabeza sensiblemente mas grande, postulado del trabajo de Calvo et al. 2004; la segunda es que fuera un dinosaurio de mayor tamaño que carnotaurus pero de extremidades mas cortas, algo similar a lo estimado para Majungasaurus aunque mas marcado, o que fuera un dinosaurio con proporciones diferentes a las conocidas en los abelisauridae y tuviera mas semejanza con los grandes tetanuros. Una posibilidad anexa es que el material en realidad representara a mas de un espécimen, pero esto fue descartado debido a que no hay un solo hueso repetido que pudiera sugerir tal posibilidad.
Como metodología para determinar la morfología del cráneo se tuvo en cuenta la morfología del maxilar, el cual presenta un proceso dorsal elevado típico de los abelisauridos y que lo convierte en un cráneo alto. También se comparó el ancho del techo craneano en relación al largo de la maxila, confirmando que el mismo era corto anteroposteriormente, al igual que los demás abelisáuridos conocidos. Esto nos dió la seguridad de Ekrixinatosaurus novasi poseía el tipo de cráneo corto y alto, diferenciandolo de formas como Ceratosaurus, o los demás tetánuros conocidos de gran porte.
Respecto al postcraneo se revisaron el tamaño de distintas partes del esqueleto axial y apendicular, desde vértebras hasta huesos de las extremidades como la tibia, los metatarsos y las falanges. Aquí entonces se pudo evidenciar claramente que con excepción del largo del femur y la relación del femur y la tibia, los demas elementos del resto del esqueleto de Ekrixinatosaurus se corresponden con el de un animal mayor a Carnotaurus sastrei llegando a medir unos 10 u 11 metros de longitud.
Adicionalmente esta el hecho de la notable robustés de los huesos, lo que lo hace un animal evidentemente masivo, que sumado a sus patas cortas nos habla de un animal que no estaba hecho para la velocidad, incluso comparandolo con los abelisáuridos mas gráciles, o con los carcharodontosaurios o los tiranosaurios de similar tamaño.
Una teoría que se generó hace ya algunos años indica que mientras existieron los gigantescos carcharodontosaurios como Giganotosaurus, Tyrannotitan o Mapusaurus durante el Cretácico “Medio”, los abelisaurios se restingían a formas modestas de no mas de 6 o 7 metros de largo. El hecho de que Ekrixinatosaurus haya coexistido con los gigantescos carcharodontosaurios nos obliga entonces a replantearnos el rol de unicos maximos predadores de estos últimos. Aunque de momento carecemos de evidencia que nos sugiera un nicho de carroñero para alguno de ellos, no es improbable especular con este tema, y posiblemente el Ekrixinatosaurus fuera el perfecto carroñero, con suficiente tamaño y robustés para luchar por una presa, con patas cortas que no serían de ayuda en la caza activa. De cualquier modo, repetimos, esta ultima idea no pasa de la mera especulación. Los que si es evidente que en base al registro fósil conocido actualmente, es demostrable que los mas grandes abelisaurios si convivieron junto con los carcharodontosáuridos gigantes.
Referencia:
Juárez Valieri, R.D.; Porfiri, J.D. & Calvo, J.O. 2011. New Information on Ekrixinatosaurus novasi Calvo et al 2004, a giant and massively-constructed Abelisauroid from the “Middle Cretaceous” of Patagonia. En “Paleontología y Dinosaurios en América Latina”, Calvo, González, Riga, Porfiri y Dos Santos (editores.)